El primer buque de carga eléctrico y autónomo podrá navegar este año

Foto: Yara International

Sept 19, 2021. Los retos y las innovaciones para los envíos autónomos y sostenibles son cada vez más grandes. Ya está listo el primer buque de carga eléctrico sin tripulación, al que se le dio el nombre de Yara Birkeland, que pronto hará su primer viaje en Noruega a fines de 2021. Su fabricante, Yara International, espera utilizarar el barco para evitar tener que hacer 40.000 viajes en camión por año para transportar sus mercancías y contenedores.

Yara originalmente tenía previsto hace el viaje inaugural del Birkeland en 2020 después de tres años de desarrollo, algo que tuvo que posponer por culpa de la pandemia, pero en noviembre, Yara finalmente recibió el barco del astillero noruego donde había sido construído y reanudó las pruebas y la preparación. La compañía aprovechó este tiempo para superar algunos desafíos específicos de la logística autónoma, si bien la construcción del barco en sí, incluida la instalación de su batería de 7 MWh y los sistemas de navegación, experimentaron pocos retrasos.

Un modelo del Yara Birkeland en el lanzamiento. (Foto: Yara International)

Con 80 metros de largo y 15 metros de manga, el Birkeland no es el barco más grande que el astillero ha construido. Según la empresa propietaria del barco, este es capaz de transportar 120 TEU (unidades equivalentes a veinte pies, y posee un peso muerto de 3.200 toneladas métricas. (En perspectiva, la mayoría de los buques de carga más pequeños pueden transportar entre 10 000 y 12 000 TEU).

Una vez que zarpe, el Birkeland viajará a una velocidad modesta de seis a siete nudos, aunque puede alcanzar un máximo de 13. Sus dos cápsulas Azipull de 900 kW y dos propulsores de túnel de 700 kW lo impulsarán desde Herøya a Brevik mientras tres centros de control vigilan el viaje.

La nave eléctrica autónoma de Yara es el avance sostenible que nadie pidió, pero que el mundo necesita. Este innovador buque de carga sin tripulación ayudará a mitigar la responsabilidad actual de la industria naviera y ayudará a reducir hasta el 3 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. También existe la posibilidad de que, al ser un barco autónomo, ayude a reducir los costos de envío con el tiempo, aunque si eso es una ventaja o una desventaja depende de por dónde se mire, ya que la automatización de una parte de la cadena de suministro casi siempre da como resultado la pérdida de trabajos por parte de las personas.

Fuente: Yara International

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lilly inaugura un nuevo centro de investigación y desarrollo de última generación en el puerto marítimo de Boston

5G: más conexiones, más rápidas y con mayor cobertura

La hoja de ruta del hidrógeno en España: ¿podemos cumplir los objetivos?