El coche autónomo dará una mayor seguridad al tráfico

Un Ford Fusion autónomo de alquiler en el CES 2018. Foto de David McNew/AFP/Getty

Por Luis Domenech

Imaginemos que estamos sentados a la mesa en un bar, y vemos que un cliente viene del servicio caminando a lo largo de la barra en dirección a su mesa, mientras que hacia el  y acercándose a la esquina de la barra viene un camarero robot autónomo con su bandeja portando las consumiciones. Al llegar a la esquina de la barra el robot detecta a la persona y se para, en sentido contrario, el cliente que venia distraigo mientras manejaba su móvil no percibe al robot y choca con el tirándole al suelo la bandeja. El cliente le dice al dueño del bar: "es que apareció de repente y no lo ví".

El robot en el momento del choque ya había recogido y enviado a su centralita todos los datos de telemetría e imágenes de video y del resto de sensores sobre el choque.

Eso es lo que hacen los automóviles autónomos. Transforman los accidentes en datos que se pueden analizar para descubrir errores que se pueden corregir para evitar nuevas colisiones, y estos datos son totalmente fiables, mientras que la percepción que se pueda obtener del relato por parte de un conductor, e incluso de los testigos oculares que hayan presenciado la colisión, siempre estará sujeta a un grado mayor o menor de subjetividad, y por lo tanto será menos fiable y mas alejada de lo que realmente ocurrió. 

Esto supone la mayor innovación sobre seguridad en la historia del automóvil, al pasar de una valoración de las incidencias a partir de los datos obtenidos bajo un alto grado de subjetividad a una valoración totalmente objetiva de porque se producen las colisiones

Según los datos de una encuesta realizada por la NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras) en los EE UU, en el año 2016 se registraron 7 millones de colisiones de tráfico, un indicador clave para evaluar la seguridad en las carreteras, pero el dato encierra una incapacidad en si mismo para poder observar a los conductores humanos, porque la cifra solo nos da el número de choques informados a las autoridades por un lado, y a las compañías de seguros por el otro, dejando fuera de la estadística un buen número de colisiones no notificadas por el conductor, o las notificadas por propietarios de vehículos que sufrieron daños por colisión sin haber identificado al culpable.

Otra encuesta de la misma institución, la NHTSA, encontró que los conductores admitieron no reportar un 29% de los choques. En el supuesto caso de que el parque de automóviles del país fuera de solo coches autónomos, con una mejora del 0% de la tasa de colisiones, el número de colisiones reales en el país bajaría de golpe un 29%, y esto sería una mejoría muy grande y muy significativa. Pero esta mejoría sería aún mayor, si lo analizamos desde el punto de vista del número de colisiones que pudieron haber ocurrido. 

Me explico, hay una diferencia fundamental entre la conducción personal y la conducción autónoma. La característica de seguridad primordial de la conducción de un vehículo convencional es que lo lleva un conductor, y los conductores en general, no tienen un modelo confiable para aprender de los errores, "dado que si somos capaces de tropezar dos veces en la misma piedra". Cuando analizamos las cifras de los accidentes de tráfico, se puede ver que las tasas de mortalidad y de heridos graves en accidentes de tráfico no son lineales en relación con la edad, sino que se dan sobre todo en los conductores mas jóvenes e inexpertos, siendo estas cifras menores en las sucesivas franjas de conductores con mayor edad, comparativamente.

Por el contrario, en los vehículos autónomos esta diferencia de datos de víctimas de accidente por edad no se daría en relación con el modelo de conducción, ni con la edad o por razón de género. A diferencia de los vehículos tradicionales, el coche autónomo, o mejor dicho, el conjunto de coches autónomos, además de que siempre respetan las reglas de la conducción, tienen capacidad de aprendizaje al unísono, y por lo tanto introducen en el tráfico circulatorio un nuevo elemento con capacidad de disminuir las colisiones, mientras que el tráfico tradicional incorpora continuamente conductores noveles e inexpertos y constantemente modifica las condiciones de seguridad de las carreteras al cambiar las condiciones de conducción de los conductores por el consumo de alcohol, las drogas, las distracciones o las infracciones de las normas de circulación, que son las principales causas de accidentes de tráfico, elementos estos que han sido eliminados de la conducción autónoma.

Por otra parte, con los datos proporcionados por los sensores implicados en la conducción autónoma se dispondrá de una base de datos muy amplia sobre la cual se podrán analizar y estudiar los fallos en el sistema para poderlos corregir con cambios en hardware o software con los que evitar que se vuelvan a producir estas incidencias.

Por el contrario, los conductores consideramos estos hechos como accidentes de tráfico, y sobre esto poco se puede hacer para que no se reproduzcan. En el primero de los casos, los datos revelarán las causas de la colisión, mientras que en el segundo habrá mas, menos o ninguna evidencias de la colisión, fuera de los daños de los propios vehículos o las cosas afectadas por esta. Esta última circunstancia es vital además para las compañías de seguros, que son las que sufragan todos los gastos de reparación de los daños causados. Para ellas conseguir reducir de manera significativa el monto total de este capítulo, junto con disponer de una base de datos  de máxima fiabilidad para el cálculo del riesgo, traería como consecuencia una bajada importante del precio de las pólizas.

Todas estas son razones para contemplar con confianza y optimismo la llegada de los vehículos de conducción autónoma, que lograrán por fin que nuestros desplazamientos por carretera sean mucho mas seguros, y también probablemente nos ahorraran mucho dinero cuando sustituyamos nuestros coches particulares por los coches autónomos de uso compartido para efectuar nuestros desplazamientos. Pero esto es harina de otro costal, y de ello hablaremos otro día.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lilly inaugura un nuevo centro de investigación y desarrollo de última generación en el puerto marítimo de Boston

5G: más conexiones, más rápidas y con mayor cobertura

La hoja de ruta del hidrógeno en España: ¿podemos cumplir los objetivos?