Esta noticia no ayudará a la venta de automóviles

Nueva planta de Volvo en Luquiao (China)

Es oficial. El Reino Unido prohibirá vender coches gasolina, diésel e híbridos convencionales a partir de 2030

Por Luis Domenech
Según una noticia publicada en la revista del motor MOTORPASIÓN, el Reino Unido ha anunciado la prohibición de la venta de coches y furgonetas nuevos con motores diésel y gasolina desde el año 2030, permitiendo la comercialización de los híbridos "que puedan recorrer una distancia significativa sin que salga carbono del tubo de escape" hasta 2035.
De esta forma tan ambigua, el Ejecutivo engloba por tanto a los híbridos convencionales entre las motorizaciones vetadas y deja entrever que solo los híbridos enchufables con un mínimo de autonomía eléctrica, aún sin cifrar, se podrán vender durante un lustro más.
El veto a los motores de combustión tradicionales se incluye dentro de un amplio plan que el Ejecutivo liderado por Boris Johnson ha calificado de "Revolución Industrial Verde" y ha esbozado en 10 puntos. Fomentar la energía eólica marítima, el uso del hidrógeno como fuente de energía, el desarrollo de tecnologías para captar gases contaminantes emitidos a la atmósfera o reforestar 30.000 hectáreas anuales son algunos de los puntos recogidos en el documento.
En Europa se están preparando decisiones similares, así como en el resto del mundo. Yo creo que están asustando a los posibles compradores, y están haciendo un daño enorme a los constructores al espantar a la demanda. Que se sepa, de momento no hay capacidad para fabricar los coches eléctricos que se necesitan para sustituir a los de combustión, y antes hay que preparar las plantas que los tienen que fabricar dedicando a ello miles de millones de euros en inversiones que han de planificarse en planes a medio y largo plazo. También hay que tener en cuenta que hoy no hay capacidad para fabricar las baterías que tienen que mover a los automóviles eléctricos, y el mismo problema tiene la fabricación de los motores de hidrógeno y las pilas de combustible. Tampoco hoy existe la infraestrutura necesaria para el repostaje energético. Es un disparate el que adelanten acontecimientos que no se pueden producir sin tener asegurado todo lo necesario para hacer esta transición de manera ordenada. Y además hay que tener en cuenta el problema que va a causar la eliminación de los vehículos de combustión cuando esto se haga con millones de ellos a la vez. Tienen que hacerlos desaparecer, pero nadie sabe como se va a hacer esto.

Imaginemos que todos los que están pensando en comprar un coche, y ante esta noticia toman la decisión de adquirir un coche eléctrico o uno de hidrógóeno. Si según la consultora Global Data, en Enero de este año se vendieron 6,2 millones de vehículos en el mundo, a razón de 200.000 vehículos diarios; si todos se decidieran a comprar un coche eléctrico, en el mundo no se fabrican diariamente 200.000 vehículos de estos y no sería posible abastecer la demanda. Pero si los hubiera, el problema entonces sería como deshacerse de los 200.000 vehículos que los concesionarios deberían de recoger, esto si los recogen, porque si no lo hicieran el problema sería aún mayor.Escenarios como este nos dibujan una transición hacia una movilidad no contaminante con múltiples dificultades que hay que hay que planificar para su resolución, y que esto no es tan sencillo como cambiar de coche, lo cual requerirá de mucha imaginación y de muchos recursos.

Por tanto, la oficialización de la prohibición por parte del Gobierno de Boris Johnson de la venta de coches de combustión hecha hace unas horas, no pasa de ser una declaración de intenciones que espanta a la demanda. En España la declaración del Gobierno de Pedro Sanchez de ponerle fecha de caducidad a los coches de combustión para 2040, al menos se marca un plan mas realista para planificar esta transición, mas teniendo en cuenta que nuestro país es la 8ª potencia mundial en la fabricación de vehículos, siendo este sector industrial un elemento clave para la economía del país, que además da empleo a muchos trabajadores cualificados. Cuidemos lo nuestro, que nos jugamos el futuro.

Sabemos que nuestro futuro también depende de la conservación del planeta, y que los objetivos ODS están fechados para 2030. Pero me viene a la cabeza aquel dicho que sugiere, "Vente despacio, que tengo prisa".

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