Apple Vision Pro: la consecuencia de "pensar diferente".
Luisondome
Trabajando en el espacio, trabajando en mi entorno. |
Ayer escribí sobre la primera impresión que tuve de las Vision Pro de Apple, una impresión mas emocional, que de entrar en los detalles. Hoy quiero centrarme en la segunda, centrada principalmente en los detalles de las Vision Pro, y en lo que estos significan.
Fue el MacIntosh el que nos introdujo en la era del ordenador personal, desarrollando una nueva manera de interactuar con el. Cambió el cursor y las flechas de dirección por el ratón y la flecha de posición en la pantalla. Desaparecieron las letras verdes y en su lugar nos organizó el escritorio con carpetas y apps como si fuera nuestra oficina, lo que cambió la manera de trabajar con computadores hasta el punto de que todos los fabricantes le copiaron y le siguieron.
Con el iPhone nos metió en el teléfono los ordenadores y la actividad que con ellos desarrollábamos, y ahora con Apple Vision Pro nos lleva al ordenador espacial, es decir, a un dispositivo que convertirá nuestro entorno, allá donde estemos, en nuestras pantallas, de tal manera que pronto hará que nos olvidemos de teclados y ratones, de deslizar dedos por pantallas táctiles y manejemos nuestra actividad digital con una mezcla de ordenes con voz, gestos, pellizcos y nuestra propia mirada.
Apple Vision Pro no es el primer visor de realidad aumentada, otros llegaron antes, pero al igual que el iPhone no fue como decía ayer el primer teléfono móvil, si fue el definitivo, que no tenía nada que ver con los anteriores, a los que capacitó para hacer infinitas cosas mas. Con los relojes digitales volvió a hacer lo mismo dándoles ”el toque Apple”, que consiste en convertir lo complicado en simple y sencillo, pero el mérito no estaba tanto el dispositivo, como si estaba en el sistema operativo iOS desarrollado para cada uno de los dispositivos que era lo que los movía, y que hacía posible el modo en que interactuábamos con el o ella con las aplicaciones y los programas que ya todos conocemos y utilizamos, pero en un nuevo entorno. Ahora Apple Vision Pro viene también acompañado de su propio sistema operativo, VisionOS, que es el corazón y el cerebro del sistema que va a hacer posible que este funcione tal y como se espera.
Para conseguir la primera versión, que llegará en 2024 a los usuarios, Apple no ha escatimado en nada, y a puesto a disposición de los ingenieros todos los recursos de la empresa, que son muchos, aún sabiendo que el coste se elevaría y el precio también: los materiales de pantalla, las carcasas, los chips, las lentes, la memoria…, todo lo necesario para lograr un producto Premium, y finalmente vaya si lo logró. Querían lanzar el dispositivo definitivo, y una vez mas conseguir ser la referencia a imitar y que todos imitarán, y con Apple Vision Pro lo han logrado.
¿Como lo han logrado? Pues llevando al límite de lo posible todos y cada uno de sus componentes: como sus micropantallas, para que la realidad digital y la real se complementen llegando hasta la resolución 4K, algo habitual en los grandes televisores, pero imposible encontrar cuando reducimos el tamaño de la pantalla al tamaño de un sello de correos. Apple ha sido capaz de situar 23 millones de píxeles en dos pantallitas del tamaño de un sello, sobre paneles micro-OLED que garantizan un rango dinámico y unos colores sin igual. Además incorporan su mejor procesador hasta el momento, el M2, al que le añade un segundo procesador: el R1. Sumenle además las doce cámaras que porta el dispositivo, los cinco sensores LIDAR, y los 6 micrófonos, que son los que hacen posible que todo parezca estar en su sitio en el espacio, y entonces entenderemos porque las Vision Pro han llegado mucho mas allá, como ya paso en ocasiones anteriores con los sucesivos desarrollos de Apple.
Si la facilidad de uso y la experiencia de usuario están a la altura de lo que hemos visto en los vídeos de la presentación de las Apple, Vision Pro en el WWDC 2023, habrá cumplido su principal objetivo: convertir como ya dije en sencillo lo complicado, simplificando la forma de interactuar con los dispositivos inmersos en nuestro entorno, algo que hará posible que cambiemos nuestra forma de hacer cualquier cosa.
Pero hablemos del precio: de momento, sabemos que esta primera versión tiene un precio anunciado de 3.500 dólares en Estados Unidos, y que aún no tiene precio en nuestro país. Los productos de Apple siempre han sido los mas caros, pero estos ofrecían mas capacidades que los de su competencia, lo que justificaba su precio superior. Con las Vision Pro pasa lo mismo, no están concebidas como un producto masivo, sino como algo mucho más importante, mucho mas eficiente, capaz de hacer mas cosas de un modo que hasta su llegada era inexistente, lo que supone un cambio de paradigma en nuestra forma de hacer cosas. Las Vision Pro desde ayer son el objeto de deseo de mucha gente, la tecnología llevada al límite como aspiración. Así es como Apple ha desarrollado su imperio.
Si hasta hoy nadie hasta ahora ha sido capaz de conseguir que este tipo de productos traspasen los muros que dan paso a un uso mas allá de determinadas actividades, como puede ser el juego, o el entretenimiento, si nadie ha conseguido que un visor vaya más allá de su condición de ser la novedad del momento, una curiosidad nueva y entretenida de la que nos olvidaremos en un tiempo, si prácticamente nadie le compró a Zuckerberg su idea de metaverso, el mayor fracaso de una gran tecnológica en las últimas décadas, si nadie hasta hoy ha sido capaz de encontrar el camino para abrirle al mundo este nuevo horizonte, a tenido que ser precisamente Apple, a la que no le ha importado el precio, ni las dificultades que ha tenido que superar para desarrollar ese aparato, para que este no caiga en el olvido.
Apple Vision Pro no debe verse sólo como un producto electrónico más, sino como el siguiente paso para que nuestra actividad evolucione en nuestro propio espacio. Solo Apple puede conseguir estos logros. En su visión, y su empeño en hacerla posible y real, está la diferencia.
Que razón tenía la Apple de Steve Jobs cuando lanzó su conocido eslogan “Think Diferent”. Pensar diferente, y hacer cosas distintas, es lo que les diferencia de los demás, y además marcando enormes distancias.
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